lunes, 26 de julio de 2010

El diente sigue vigente

Haciendo memoria de los años escolares, recuerdo a un escritor llamado Juan del Valle y Caviedes (1645 – 1697); fue un poeta dramaturgo español que vivió casi toda su vida en el Perú. Llamado el “Quevedo criollo” por su sátira y crítica mordaz. Tenía dos blancos, los cuales siempre atacaba, los médicos y los abogados, al parecer por posiciones de falsas apariencias de sabiduría, uso de lenguaje difícil y discurso mentiroso para obtener privilegios propios del estrato con dominio social en aquella época.
El domingo 25 de julio en el suplemento Línea del diario La Primera, el tema tratado fue Narcotráfico y corrupción. En este se exponían las relaciones entre personajes del narcotráfico y de la política, muchos de estos, miembros del partido aprista. Carlos Lamberg, Demetrio “Vaticano” Chavéz, Fernando Zevallos, Los Sánchez Paredes, entre otros narcotraficantes y políticos como Fernando León de Vivero (ex secretario general del Apra), Manuel Ángel del Pomar (ex diputado aprista), Jorge del Castillo, José Chávez (hermano de “Vaticano” y candidato del PAP), etc fueron citados en los artículos publicados, incluso en la última página nos muestran una foto del actual presidente Alan García Pérez y el narcotraficante Fernando Cuevas Cépeda y habla sobre la relación que jamás fue aclarada. Curiosamente la mayoría de personas mencionadas eran abogados.
El Colegio Médico del Perú fue creado en 1964 por el Congreso de la República y la colegiación es un requisito indispensable para que un médico pueda ejercer la profesión y en casos de mala praxis el colegio puede quitar la licencia al profesional. Hoy en el noticiero anunciaron que el Colegio médico absolvió a los galenos que amputaron, por error, la pierna de un paciente en el hospital Sabogal por falta de pruebas. Según la familia del paciente, este estaba conciente y les decía a los médicos que no era esa la pierna. Este es el último caso denunciado, en marzo de este año la Defensoría del Pueblo considero fundadas 291 denuncias por negligencias del 2006 al 2009.
No creo en la abogacia, yo creo en el respeto, si este existiese, eliminariamos a estos profesionales de falso discurso. Y en cuanto a los médicos, las universidades son las que aprueban o desaprueban la titulación, el colegio médico termina siendo un club que siempre sale a dar la cara y decir que los profesionales de la salud nunca se equivocan, mostrando la soberbia que los caracteriza.
Parece que después de tanto tiempo el autor de “Diente del Parnaso”, podría tener vigente su sátira.

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