lunes, 2 de agosto de 2010

Mensaje al discurso del 28

Con los brazos cruzados daña el alma de las semillas de nuestra tierra
Al lado de seguidores con túnicas opositoras alzan las miradas y osan entonar nuestro canto
Soy observador de este espectáculo
Gotas de sangre se llenan de indignación
Estos demonios ponen en escena una batalla
Tomando trincheras de izquierda y derecha
Nosotros en las gradas no recibimos ni alegría ni tranquilidad ni progreso
Orgullosos nos muestran buenas cifras
Pero estos números no nos forman pensamientos ni conocimientos
Desde aquí poseído por los esclavos y libres
Desnudo a la vez armado hasta los dientes con mis ideas
Levanto mi voz y llamo a la consciencia de mis contemporáneos
Podrán los líderes hacer cambios demagogos
Pero los que debemos cambiar somos nosotros

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